REVISIÓN DE LAS TOMAS DE TIERRA
Las tomas de tierra de los edificios son un elemento imprescindible para la seguridad de las personas que se encuentran en ellos. Gracias a ellas se evitan posibles electrocuciones debidas a un fallo en cualquier aparato eléctrico (sobre todo en los electrodomésticos de la cocina). Para evitar esta situación se precisa que todas las tomas de tierra del edificio se comprueben inicial y posteriormente se revisen por lo menos una vez al año.
Dicha obligatoriedad de revisión (no inspección) viene reflejada en el REBT (Reglamento electrotécnico para baja tensión) en su instrucción ITC BT -18 que dice textualmente:
“Por la importancia que ofrece, desde el punto de vista de la seguridad cualquier instalación de toma de tierra, deberá ser obligatoriamente comprobada por el Director de la Obra o Empresa instaladora en el momento de dar de alta la instalación para su puesta en marcha o en funcionamiento.
Personal técnicamente competente efectuará la comprobación de la instalación de puesta a tierra, al menos anualmente, en la época en la que el terreno esté más seco. Para ello, se medirá la resistencia de tierra, y se repararán con carácter urgente los defectos que se encuentren.”
Estas revisiones están en vigor desde el año 2002 cuando se publicó el reglamento citado. Y en las revisiones posteriores del Reglamento se incluyó lo siguiente:
“En los lugares en que el terreno no sea favorable a la buena conservación de los electrodos, éstos y los conductores de enlace entre ellos hasta el punto de puesta a tierra, se pondrán al descubierto para su examen, al menos una vez cada cinco años.”
Además, en los edificios donde exista pararrayos se deberá revisar su estado igualmente ya que en el fondo un pararrayos no es otra cosa que una toma de tierra.
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